Epanastasi (Grecia)
El primer ministro griego Alexis Tsipras acaba de anunciar su renuncia. Ha perdido su mayoría parlamentaria y Syriza está dividida, donde el dirigente del ala izquierda Lafazanis ha anunciado la formación de un nuevo partido, Unidad Popular.
Mientras acabamos de publicar este informe escrito por nuestros camaradas de la Tendencia Comunista de SYRIZA sobre la reunión del Comité Central de este partido, celebrada el pasado 8 de agosto que se saldó con una victoria del ala pro-memorándum del gobierno, Tsipras ha anunciado sus dimisiones para convocar a nuevas elecciones en septiembre. Ante este anuncio la Plataforma de Izquierda de SYRIZA podría escindirse. La situación confirma las posiciones defendidas por la Tendencia Comunista de SYRIZA después de la firma del memorándum y en la propia reunión del CC.
La mayoría del Comité Central de Syriza (110 de 201) ha firmado una resolución contra el acuerdo con los acreedores que consideran no "es compatible con las necesidades de las clases trabajadoras". Tsipras pierde el control del partido a pocas horas de la votación en el parlamento de las "medidas previas" exigidas por "las instituciones". Publicamos el texto completo de la resolución:
El acuerdo impuesto a Grecia en la madrugada del 13 de julio tras una cumbre del euro que duró toda una noche sólo se puede describir como una capitulación humillante. En resumidas cuentas, Grecia ha entregado toda su soberanía a la troika a cambio de un nuevo rescate con duras condiciones y algunas promesas vagas de una restructuración de la deuda (pero no una quita de la misma) que tal vez serán estudiadas en un futuro. Este acuerdo no funcionará.
Publicamos a continuación el llamado de la Tendencia Comunista de SYRIZA a oponerse a la capitulación a la Troika del gobierno del máximo dirigente de este partido Tsipras y a luchar de manera firme y organizada, en las calles y en el partido en contra de este nuevo memorándum y de la actual dirigencia de SYRIZA.
Declaración de la Tendencia Comunista de SYRIZA, organización hermana a Lucha de Clases - Bolivia que edita el periodico Epanastasi (Revolución), sobre el histórico resultado del referendum griego de hoy, domingo 5 de julio.
Declaración de la Corriente Marxista Internacional
La crisis griega se está acercando a un desenlace. Esto marca un punto de inflexión para la clase obrera de Grecia y del conjunto de Europa. En enero pasado Grecia votó por un gobierno que prometió acabar con las políticas de austeridad que han arruinado el país. La elección de Syriza dio esperanza a mucha gente en toda Europa. Pero precisamente, por esta razón, los dirigentes políticos de Bruselas y Berlín decidieron aplastar al nuevo gobierno, humillarlo, sabotearlo y finalmente tratar de derribarlo.
Conforme se acerca el referéndum, la polarización política de Grecia está alcanzando niveles sin precedentes. Los acontecimientos de las últimas 48 horas han sacado a relucir la farsa que es la democracia burguesa, con las negativas de la troika a aceptar la voluntad del gobierno griego de hacer concesiones y exige la caída de Tsipras. La conclusión de todo esto es inequívoca: no hay salida a la austeridad dentro de los márgenes del capitalismo, e incluso menos dentro de la camisa de fuerza que es la zona euro capitalista dominada por Alemania.
A última hora del domingo 28 de junio, el Gobierno griego decidió introducir controles bancarios y de capital hasta el 7 de julio. Esto es en respuesta a las acciones provocadoras de las instituciones de la Troika, destinadas a sabotear el referéndum previsto en Grecia. La guerra se ha intensificado, a pesar de que algunos están presionando para que se alcance un acuerdo por temor a las consecuencias catastróficas de una suspensión de pagos griega para la economía mundial.
A última hora de la noche pasada, en un discurso televisado a la nación, el primer ministro griego Tsipras ha anunciado que va a someter el último ultimátum de la troika a referéndum el 5 de julio. Esto marca una etapa cualitativamente nueva en la crisis griega, que puede dar rienda suelta a la rabia acumulada de las masas contra la humillación constante sufrida a manos de la troika.
Las últimas exigencias y ultimatums provocadores planteados por la troika al gobierno griego tienen un objetivo claro: destruirlo. No pueden interpretarse de otra manera y ahora empiezan a encajar todas las piezas del rompecabezas.