Sin legitimidad y sobrepasando su calidad de presidenta interina, cuyo mandato se limita a convocar elecciones, Añez ha promulgado el DS 4232 con el cual se autorizan cultivos transgénicos.
Yawar Mallku
La pasada semana, la cadena televisiva Telemundo a través de su programa AL ROJO VIVO, pasaron una nota sobre la distribución de la imagen de la Virgen del Socavón pintada en ropa interior en cercanías de la iglesia San Francisco de la ciudad de La Paz, pese a que esta ya estaba circulando por las redes sociales y siendo compartida después de Carnaval por amigos y amigas de la artista, sin controversias.
Desde el núcleo militante de la Corriente Marxista Internacional – Lucha de Clases de Bolivia queremos expresar nuestra solidaridad a los vecinos y compañeros aimaras de Achacachi víctimas de una intervención policial llena de excesos y actitudes humillantes. Al mismo tiempo queremos extraer las más importantes lecciones de su lucha.
Las reconstrucciones del conflicto de Achacachi que circulan son tan propagandísticas que distorsionan por completo la realidad. El primer servicio que se pueda hacer a esta lucha es devolverle su integridad contradictoria. Este es el objetivo de esta cronología comentada del conflicto desde sus antecedentes.
Con la reforma del código penal el parlamento debate una propuesta de despenalización del aborto en caso que la mujer embarazada pueda demostrar de no contar con los recursos suficientes para el mantenimiento del hijo o sea estudiante. Ante el llamado a la movilización contra esta propuesta de las iglesias y partidos antiabortistas, las compañeras y los compañeros de Lucha de Clases declaramos lo siguiente.
La nueva ley que acrecienta los cocales legalmente autorizados es solo el más reciente capítulo de una compleja y decenal lucha. Recorrerla marcha atrás, a partir de esta nueva ley, como hace la oposición para lanzar la alarma sobre la seguridad ciudadana, o declararla concluida como hace el gobierno, son dos polos opuestos de una falsificación perjudicial para el proletariado y su necesidad de comprender en que le afecta la cuestión cocalera.
En los últimos años el Día Internacional de la Mujer Trabajadora está recuperando su original significado de jornada de lucha por la emancipación de las mujeres. En particular este año habrá convocatoria a manifestaciones en varios países del mundo, que en Bolivia ha sido relanzada por diferentes colectivos e instituciones.
Cuando tocamos el tema del aborto, nos damos cuenta que entramos en un asunto polémico, despertando discusiones éticas, religiosas y además políticas, las cuales prefieren terminan negando el problema antes que plantear soluciones a la existencia del aborto en condiciones de riesgo a nivel mundial.
Un efecto secundario de todo el caso de Gabriela Zapata y de sus repercusiones mediáticas ha sido encender los reflectores, aunque sea por un momento, sobre la condición de las mujeres privadas de libertad, que es expresión de la crisis del sistema penitenciario y como tal analizada en este artículo.
El gobierno boliviano acaba de aprobar una ley de identidad de género que convierte a nuestro país en uno de los muchos, aunque todavía minoría, donde a los transexuales es consentido obtener una identidad legal acorde a su identidad psicológica. Desde la Corriente Marxista Internacional saludamos esta ley, nacida de la iniciativa de los colectivos LGTB de nuestro país y la defendemos ante la reacción de los elementos conservadores de nuestra sociedad.
Hay una pregunta en el título de esta nota a la cual queremos responder de inmediato: no, el problema no son ciertos chistes infantiles y conservadores de Evo – y las risas serviles que siempre lo gratifican – ni su réplica manierista y aún menos hilarante de Álvaro, ni la incómoda posición en que, a pesar suyo, se ha encontrado la Ministra Campero.