La caída del reaccionario gobierno de Rajoy, tan repentina e inesperada, es un acontecimiento que muestra el carácter tremendamente inestable y turbulento de la situación española e internacional.
Estado Español
Las elecciones del 26 de junio tienen una trascendencia histórica. Por primera vez en el Estado español, una fuerza de izquierdas opuesta al viejo régimen y a sus políticas de recortes sociales, explotación y represión, puede alzarse con la victoria y formar gobierno. [Editorial de Lucha de Clases - Estado Español, n.33]
El acuerdo de gobierno presentado por PSOE y Ciudadanos es una estafa al electorado de izquierdas, y a la clase trabajadora en general. No por casualidad, el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, ha declarado que el acuerdo incluye el 80% de su programa y que debería resultar atractivo para la mayoría de los votantes del PP.
"Me gustaría que España consiguiera un gobierno estable tan pronto como sea posible", insistió el presidente de la Comisión Europea Jean-Claude Juncker, hace unos días. El presidente del Eurogrupo Dijsselbloem explicó la razón: "España tendrá que presentar un ajuste adicional". El capital europeo ya ha dicho que el presupuesto de España está por encima de lo estimado y reclama 10.000 millones de euros de recortes adicionales. Sin embargo, la formación del gobierno que la clase dominante necesita, está resultando muy difícil.
Las elecciones generales del 20 de diciembre en el Estado español dibujan el escenario parlamentario más inestable e incierto desde 1977.
Las elecciones del próximo 20 de diciembre son la gran oportunidad que tenemos millones de trabajadores, jóvenes y desempleados de tirar a la basura esta pesadilla de gobierno del PP de Rajoy, el más antiobrero, antisocial y corrupto desde el inicio de la llamada Transición.
La clase dominante española y sus representantes políticos en la derecha han recibido un durísimo golpe que los ha dejado desconcertados y sumidos en la perplejidad. Avizoran un escenario de pesadilla para sus intereses, ante la perspectiva de que cuatro de las cinco ciudades más importantes del país -incluida la capital, Madrid- estén dirigidas por PODEMOS y fuerzas afines.
El PSOE ganó las elecciones al Parlamento de Andalucía, pero retrocedió 4 puntos y perdió más de 100.000 votos con respecto a las elecciones autonómicas de 2012. Su victoria, con una mayoría simple, destacó más por el hundimiento del voto del PP que por el caudal de votos conseguido. El PP pierde medio millón de votos y pasa del 40,6% al 26,7%.
El gobierno del PP pretende encarar los procesos electorales del 2015 anunciando a bombo y platillo que la crisis ya ha terminado. Es cierto que la riqueza creada en 2014 (el PIB) aumentó un 1,4%, con un incremento neto de empleos de 417.500. Y este año se prevé un aumento del PIB superior al 2% ¿Marca esto un cambio sustancial en la situación económica?