El joven universitario de primer semestre Jonathan Quispe Vila murió en circunstancias poco claras en medio de la represión policial a una movilización de la UPEA que exige un mayor presupuesto.
Juventud
El bochornoso congreso de Juventudes del MAS es una prueba de como la degeneración del MAS, política y moral, "educa" a su juventud.
A 4 de años de la promulgación de la ley de la juventud, ley 342 y su posterior reglamentación en el año 2013, a través de esta ley se declara cada 21 de septiembre de cada año, como día plurinacional de la juventud. La presente ley según sus artículos, pretende garantizar a las y los jóvenes el ejercicio pleno de sus derechos y “deberes”, dándole mecanismos e instancias de representación y deliberación dentro del Estado, a través de políticas públicas en beneficio de los jóvenes.
Ana y Jimena son dos jóvenes trabajadoras que acaban de perder su empleo en una empresa que ahora han demandado a la Jefatura Departamental del Trabajo de Potosí. Su historia, que aceptaron contarnos, no es única: se trata más bien de un testimonio bastante fiel de la difusa precariedad laboral juvenil en Bolivia.
En Bolivia los embarazos en adolescentes son entre los más altos de América Latina, que, con la región subsahariana de África es donde hay más maternidades precoces. A diferencia de otros países – donde en los últimos años hubo una reducción – en el nuestro el fenómeno es en constante crecimiento. Se podría deducir entonces que el Plan de prevención anunciado por el gobierno es más que oportuno, sin embargo es fácil pronosticar su escaso impacto si no se afrontan en conjunto todos los problemas de la juventud.
Publicamos a continuación una declaración conjunta del colectivo de la Juventud Marxista en la Universidad Autónoma Tomás Frías de Potosí y de la regional potosina de los Trabajadores Sociales Comunitarios de Bolivia sobre la lucha que por cuatro días mantuvo cerrada esta casa superior de estudios por la evaluación de los docentes y sus resultados concretos.
Un terrible hecho delictivo ha conmovido la ciudad de Llallagua en el norte potosino: un menor de 16 años ha violado y asesinado una niña de 4 años y fue aprehendido mientras intentaba repetir su crimen. Por tres días Llallagua estuvo ardiendo, perturbada por una muchedumbre enardecida. La calma volvió después que representantes cívicos y del gobierno firmaran un acuerdo para modificar, empeorándolo, el Código de la Niñez.
Con un caudal de votos invariado entre 2010 y 2015, el MAS sale de los comicios subnacionales demostrando de no poder conquistar al voto juvenil concentrado en aquel millón de nuevos electores empadronados, lo cual no puede ser ninguna sorpresa para quienes vivimos los problemas de la condición juvenil sin dejarnos hipnotizar por las estadísticas y las pasiones leguleyas del gobierno y el MAS.
Cuando se levantan reclamos por una formación de la militancia revolucionaria, estos siempre conllevan una posible tensión entre significados diametralmente opuestos; si por un lado para (particularmente) la juventud reivindicar formación política es una expresión sana de una voluntad de mayor y efectiva participación además de la posibilidad de reconocerse en la autoridad moral de sus dirigentes, para estos últimos la formación política se convierte fácilmente en un cómodo expediente para blindarse de toda crítica defendiendo su “infalibilidad”. Entonces vale la pregunta; ¿cómo se forman los revolucionarios?
Para el diputado Zabaleta (MAS), relator del nuevo Código de la Niñez, la reducción de la edad mínima para trabajar y para ser penalmente perseguible son novedades que responden a peculiaridades de la realidad nacional. Y entonces llamémosla por nombre y apellido esta realidad nacional a la que apela Zabaleta: se dice pobreza y desigualdad. Y no son los niños trabajadores lo que se vuelven “visibles” con la norma en cuestión, sino es esta realidad de pobreza y desigualdades que se vuelve invisible para continuar existiendo.
Nota política semanal
Las y los estudiantes de la UMSS de Cochabamba han conseguido una potencial e inspiradora victoria tras más de un mes de lucha. En cambio las movilizaciones en la Universidad Pedagógica (ESFM) de Sucre siguen y a esta se suman las más recientes de la UPEA contra el aumento de tarifas del transporte exigido por los choferes de El Alto y en la UATF de Potosí. El ambiente entre sectores de la juventud empieza a radicalizarse, producto de la falta de una política de clases y de masas del gobierno y del MAS.