Durante el año pasado, cientos de miles de personas en el sudeste de Turquía, han visto destruidas sus poblaciones y barrios de origen en una serie de ataques indiscriminados y violentos por parte de las fuerzas armadas turcas. Miles de personas inocentes han sido encarceladas y cientos de hombres, mujeres y niños asesinados en una sangrienta guerra civil librada por el régimen de Erdogan contra el pueblo kurdo en Turquía.
Turquía se está deslizando hacia la guerra civil. Durante los últimos meses las tensiones en Turquía han ido en aumento. Con el fin de sortear la lucha de clases que se levanta contra él, Erdoğan ha lanzado una ofensiva para provocar una guerra civil a gran escala en líneas nacionales.
Las fuerzas del EIIL se están acercando a la ciudad sitiada de Kobane en la frontera turco-siria. Miles de kurdos han huido aterrorizados a Turquía en un intento desesperado de conseguir suministros y refuerzos, pero se encuentran bloqueados por el ejército turco, que está impidiendo que refuerzos, armas y provisiones crucen la frontera. Mientras que el resto del mundo observa, la población de Kobane está amenazada con un baño de sangre indecible.
La lucha de las fuerzas kurdas del YPG [acrónimo en curdo de las Unidades de Protección Popular, NdT] y del YPJ [unidades combatientes compuestas de mujeres, NdT] que han estado defendiendo la ciudad de Kobane contra la ofensiva de las fuerzas del EIIL que las sobrepasan en número y en armas ha sido nada menos que heroica.