Alan Woods habla para el programa El Tren de la Tarde de La Radio del Sur sobre el vergonzoso acuerdo entre la Unión Europea y Turquía sobre los refugiados. El programa se emitió el 8 de marzo, antes de la firma definitiva del acuerdo.
Turquía
Durante el año pasado, cientos de miles de personas en el sudeste de Turquía, han visto destruidas sus poblaciones y barrios de origen en una serie de ataques indiscriminados y violentos por parte de las fuerzas armadas turcas. Miles de personas inocentes han sido encarceladas y cientos de hombres, mujeres y niños asesinados en una sangrienta guerra civil librada por el régimen de Erdogan contra el pueblo kurdo en Turquía.
Esta mañana [24 de noviembre, NdT] el ejército turco derribó un avión militar ruso en la frontera con Siria. No está claro hasta el momento si el disparo que derribó al avión ruso fue realizado desde tierra o desde aviones turcos. Pero eso es un mero detalle. Lo que es evidente es que se trató de una provocación descarada de la camarilla gobernante en Turquía.
Después de perder la mayoría absoluta en junio, Erdogan disolvió el parlamento y convocó a nuevos comicios celebrados el pasado domingo en un clima de terror. Un primer balance de los resultados de estas elecciones en Turquía y de las perspectivas para el régimen criminal de Erdogan en este artículo de Francesco Giliani, de la sección italiana de la CMI.
Al menos 98 personas han muerto por dos explosiones en el mayor ataque terrorista de la historia turca, cientos más han resultado heridas. Esta es una clara continuación de la campaña de terror contra las fuerzas de izquierda en Turquía, pero ha provocado una reacción enérgica de decenas de miles de personas que han salido a las calles para protestar contra el gobierno y sus matones.
Turquía se está deslizando hacia la guerra civil. Durante los últimos meses las tensiones en Turquía han ido en aumento. Con el fin de sortear la lucha de clases que se levanta contra él, Erdoğan ha lanzado una ofensiva para provocar una guerra civil a gran escala en líneas nacionales.
Mientras la OTAN pone todo su peso en apoyo al gobierno reaccionario del Presidente de Turquía Erdogan, este continúa su ofensiva contra las fuerzas curdas y de la izquierda. Pese a todo Erdogan está actuando desde una posición de debilidad y podría provocar un movimiento de masas contra sí mismo.
La masacre ocurrió ayer [20 de julio] en la localidad turca de Suruc situada al sur del país. La Federación de Asociaciones Juveniles Socialistas (SGDF) celebraba una reunión en el Centro Cultural Amara, donde se produjo el terrible atentado. Al menos 300 miembros de la Federación se encontraban en el recinto en el momento de la explosión; según las cifras iniciales, ya han muerto cerca de 30 personas y casi un centenar resultaron heridas. Estas cifras podrían aumentar en los próximos días.
Las fuerzas del EIIL se están acercando a la ciudad sitiada de Kobane en la frontera turco-siria. Miles de kurdos han huido aterrorizados a Turquía en un intento desesperado de conseguir suministros y refuerzos, pero se encuentran bloqueados por el ejército turco, que está impidiendo que refuerzos, armas y provisiones crucen la frontera. Mientras que el resto del mundo observa, la población de Kobane está amenazada con un baño de sangre indecible.
La lucha de las fuerzas kurdas del YPG [acrónimo en curdo de las Unidades de Protección Popular, NdT] y del YPJ [unidades combatientes compuestas de mujeres, NdT] que han estado defendiendo la ciudad de Kobane contra la ofensiva de las fuerzas del EIIL que las sobrepasan en número y en armas ha sido nada menos que heroica.
274 mineros han sido declarados muertos* y hasta un centenar están aún atrapados bajo tierra después de una explosión en una mina de carbón de Turquía, en la ciudad occidental de Soma. El accidente revela la despiadada explotación y la desigualdad extrema que hay detrás del crecimiento económico de la última década. [Al parecer, la cifra ya ha subido a 282 y, según pasan las horas, se evaporan las esperanzas de encontrar con vida al centenar aproximado de mineros encerrados en la mina, NdT]
El magnífico movimiento de los trabajadores y la juventud de Turquía es una inspiración para el mundo entero. Lo que comenzó como una protesta pacífica en contra de la tala de árboles en un parque para facilitar la construcción de un centro comercial se ha convertido en una ola de protestas masivas contra el cruel y reaccionario régimen de Erdoğan, que ha adquirido dimensiones insurreccionales.